𝑹𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑴𝒖𝒋𝒆𝒓
𝗔𝗦𝗢𝗖𝗜𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗘𝗩𝗔𝗡𝗚𝗘𝗟𝗜́𝗦𝗧𝗜𝗖𝗔 𝗩𝗜́𝗖𝗧𝗢𝗥 𝗚𝗔𝗟𝗜𝗖𝗜𝗔

La cultura de la época de Cristo colocaba a la mujer en una posición inferior, sin voz ni valor. La percepción hacia ella era de desprecio, convirtiéndola en un ser invisible socialmente. Por eso, es sumamente relevante la posición y trato de Jesús hacia ellas, revelado en los evangelios.

Además, el mensaje de la Biblia ofrece una riqueza invaluable con respecto a la dignificación de la mujer. No es la Biblia la causante del maltrato y abuso hacia la mujer, sino que es el conocimiento de la Palabra el que ha transformado las culturas y ha elevado la posición de la mujer. Los causantes de estas deformaciones antropológicas han sido el pecado y la religión desconectada de Dios.

Jesús fue un auténtico promotor de la dignidad de la mujer. Mostró una actitud de respeto y atención hacia las mujeres verdaderamente revolucionaria en los parámetros culturales de su época. Uno de los diálogos más destacados de Jesús fue con una mujer: la Samaritana. Muchísimas mujeres fueron objeto de su atención y poder sanador. Un equipo de mujeres formaban parte de su ministerio. La primera persona que anunció su resurrección fue una mujer.

Jesús cuestionó firmemente el maltrato y rechazo a la mujer, propio de la cultura de su tiempo, rechazando el divorcio que se realizaba de forma unilateral por los hombres. Manifestó su rechazo a que la mujer sea tratada como un objeto de placer, cuando dijo que cualquier hombre que mira a una mujer para codiciarla ya adulteró en su corazón.

Es desde la visión bíblica donde se resalta la dignidad de la mujer y su igualdad esencial con el hombre. En Génesis, se relata la creación del ser humano como «hombre y mujer», ambos creados igualmente a imagen y semejanza del Creador. En el proyecto de Dios, existe una participación femenina sublime y destacada, la cual la Biblia expresa y que nos revela la visión de Dios hacia las mujeres.

En la visión cristiana, existe un entendimiento de la singularidad de la mujer, creada diferente biológicamente, psicológicamente y espiritualmente, con un rol trascendente y relevante en el desarrollo del ser. Han sido los efectos del pecado los que han dañado las culturas (y lo siguen haciendo), deformando la visión que tenemos sobre la mujer y la visión que las mujeres tienen sobre sí mismas.